9 de mayo de 2012

Bēishāng


Le han dicho al pobre niño extraterrestre que las rosas sólo crecen en un planeta al otro lado del universo. Cuando ésta se marchite, será posiblemente la última vez que sus ojos vean la belleza de sus pétalos sonrojados; eso o que se convierta de un día para otro en un alien asquerosamente rico como para viajar a sus anchas por las estrellas.

1 comentario:

Diego Hernández! dijo...

que se cuele en una nave espacial de ricos!! pobre creatura :( maldito dinero, maldito dije!

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