13 de febrero de 2016

La catedral de la estación se alzaba sobre una gran roca de color pizarra


"¡Misterio de todos los misterios, y bienaventurado es quien participa de él! Dinero es verdad, la única verdad. ¡Todos tienen que creer en ello! ¡Y que vuestra fe sea inquebrantable y ciega! ¡Sólo vuestra fe lo convierte en lo que es! Pues hasta la verdad es una mercancía sometida a la eterna ley de la demanda y oferta. Por eso nuestro dios es un dios celoso y no tolera a ningún otro dios a su lado. Y sin embargo, se ha puesto en nuestras manos y convertido en mercancía para que podamos poseerlo y recibir su bendición...

La voz del predicador era aguda y estridente y apenas se oía en el clamor general. El bombero avanzó abriéndose paso entre la multitud." 

 

7 de febrero de 2016

La buhardilla es azul celeste


"—Luchar es una posición perdida, ¡ésa es la vida! —dice subrayando cada palabra—. ¿Y en qué consiste la grandeza moral, el pos- tulado ético, el imperativo ético? Yo se lo digo, joven: ¡aunque todo carezca de sentido hay que empezar! ¿Por qué? ¡Porque hay que hacer lo que se puede!" 



 

22 de enero de 2016

El hijo se había soñado alas


El rostro de su padre había estado muy serio cuando le dijo: «Esta clase de alas únicamente sostiene al que es ligero. Pero sólo hace ligero la felicidad.»


 

15 de enero de 2016

Perdóname, no puedo hablar más alto.


"Perdóname, no puedo hablar más alto. No sé cuándo me oirás, tú, a quien me dirijo. 

¿Y acaso me oirás? 

Mi nombre es Hor."

2 de julio de 2015

Dos macetas


Tres plantas vecinas vivían al exterior de una estética, en la zona colonial de una ciudad. Todas las tardes se dedicaban a ver el paso de las personas por las calles agrietadas. 

La primera de ellas, puntiaguda y espinosa, podía observar sin dificultad la luz del Sol, las aves y las puntas de los edificios. Vivía en una maceta amarilla y brillante, de gran tamaño.

Sus vecinas, por su parte, podían ver solamente el piso de las calles y - de cuando en cuando - rodillas que caminaban de ida y de regreso; el letrero de la estética les impedía mirar lo mismo que su pomposa vecina. 

Estas plantas, amigas altas y manchadas, no tenían la mejor vista, pero nunca se aburrían. Tenían la compañía que le faltaba a su vecina, quien a veces pasaba horas dormida de mero aburrimiento; tenía al alcance de su vista todo, sin poder compartir sus impresiones con alguien más. 

25 de junio de 2015

Duende biznaga en un tazón de tallarines



Dicen que hay dos formas de atrapar un duende biznaga. 
La más sencilla de ellas es dejarle un tazón de tallarines vacío al atardecer.
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